El extinto Grand Slam venezolano, primera edición
Indagar en la historia del tenis venezolano te lleva a navegar a lugares y espacios que hoy en día son añoranza pero que también pueden revivir las opciones de recuperar esas competencias que fueron un emblema nacional e internacional, como parte del calendario de futuras estrellas que se han hecho leyenda dentro del mundo del tenis. Es por ello, que estas líneas abordan sobre el extinto Grand Slam venezolano.
Si bien el torneo no era un Grand Slam, pertenecía a la máxima categoría de puntos dentro de la clasificación internacional juvenil, de forma que era una competencia de peso pesado en el deporte. El torneo era el Campeonato Internacional de Venezuela, una parada que representaba una oportunidad de oro para muchos tenistas, sobre todo latinoamericanos, de sumar puntos importantes en el continente americano.
Grandes nombres como John McEnroe, Thomas Muster, Helena Sukova, Patricia Tarabini, Raúl Viver, Nicolás Pereira, Eleonora Vegliante, Jimy Szymanski, Gustavo Kuerten, Marcelo Ríos, Tommy Haas, Milagros Sequera, David Souto, Casper Ruud, Dominic Thiem y hasta Roger Federer fueron parte de la lista de competidores a lo largo de la historia de este torneo.
Desde 1978 hasta 2016 se disputó ininterrumpidamente este importante campeonato que vio los primeros grandes pasos de muchas figuras del tenis, abriendo el camino hacia su transición hasta el circuito profesional.
La época dorada: 1978-1990
En los primeros años de competencia destacan nombres como Helena Sukova, John McEnroe, Thomas Muster y Nicolás Pereira. Sukova a nivel profesional alcanzó el puesto cuatro del ranking WTA, fue dos veces finalista de Grand Slam y conquistó los cuatro títulos grandes en la modalidad de dobles. Entre tanto, McEnroe fue número uno del mundo en individuales y dobles, siete veces campeón de Grand Slam en individuales y nueve en dobles y cinco veces ganador de Copa Davis con Estados Unidos. Muster también fue número uno del mundo y campeón de Roland Garros. Por su parte, Pereira encarna a uno de los mejores tenistas venezolanos de todos los tiempos, alcanzando el número uno como juvenil, ganó dos títulos ATP en individuales y representó al país en los Juegos Olímpicos de Atlanta en 1996.
En estas décadas la información sobre el torneo es muy escasa, por lo que este artículo también emerge como una invitación a los protagonistas a reconstruir la historia de esta competencia, en la que sin duda vivió su época dorada durante sus primeras trece ediciones.
Los primeros campeones en la historia del torneo fueron la argentina Claudia Casablanca en femenino y el argentino Alejandro Ganzábal en masculino. La checa Helena Sukova conquistó el título en 1981, el austríaco Thomas Muster en 1984 y el venezolano Nicolás Pereira en 1988, convirtiéndose en el primer tenista local en ser campeón. Otros jugadores en participar en esta etapa fueron el ecuatoriano Raúl Viver (campeón en 1979), el argentino Franco Davín (campeón en 1985), la argentina Patricia Tarabini (campeona en 1985) y la argentina Florencia Labat (campeona en 1989).
Este capítulo de la historia cierra con una destacada participación de Venezuela cuando, en el año 1990, Helene Kappler y Eleonora Vegliante fueron protagonistas de la gran final de dobles.
Florecen los campeones de casa: 1991-1999
El Campeonato Internacional de Venezuela venía construyendo una notable reputación, manteniendo su máxima categoría más alta durante trece ediciones consecutivas. El arduo trabajo en la organización le permitió al país seguir en ese estatus hasta poco después de mediados de la década de los años 90.
Eleonora Vegliante y Helene Kappler, quienes habían sido subcampeonas de dobles en 1990, alcanzaron su más destacado resultado individual un año después. Vegliante, una de las mejores juveniles del mundo, alcanzó las semifinales esa edición y Keppler los cuartos de final. En 1992, otras dos venezolanas repitieron esos resultados, con Ninfa Marra clasificando a semifinales y María-Virginia Francesa hasta los cuartos de final.
En esta década es destacable como Jimy Szymanski inició en 1993 la notable temporada en la que escaló hasta el número uno del mundo como juvenil precisamente en casa, avanzando hasta los cuartos de final individuales y siendo subcampeón en dobles junto al argentino Sebastián Prieto, en una edición en la que compitieron otras grandes figuras del tenis sudamericano como Marcelo Ríos y Gustavo Kuerten.
El venezolano Kepler Orellana conquistó el título de dobles en 1994 junto al ecuatoriano Nicolás Lapentti, en una edición en la que avanzó hasta la ronda de los ocho mejores en el torneo individual. Entre tanto, la venezolana Maryori Sequera se clasificó hasta los cuartos de final de dobles junto a la argentina Natalia Alberto. De hecho, un año después, Kepler regresó para defender a cabalidad el trofeo de campeón en dobles, esta vez en compañía de Mariano Puerta, venciendo en la final a Tommy Haas y Gregg Hill.
En el año 1997 fue la histórica participación de Roger Federer en Venezuela, siendo de hecho el único país sudamericano en el que compitió el suizo en toda su carrera. Además de Federer, el torneo contó con participaciones de los chilenos Fernando González y Nicolás Massú, campeones en dobles, el argentino Juan Ignacio Chela y el peruano Luis Horna, subcampeón individual de esa edición. Ese año la mejor participación local fue para José Antonio De Armas, subcampeón de dobles junto a Horna.
El primer capítulo turbio de la historia del torneo llegó en el año 1998, cuando por diversos factores, entre ellos problemas económicos y desacuerdos a nivel de organización y federación, llevó a la pérdida de la máxima categoría, un duro primer golpe para un campeonato que venía por todo lo alto. Pese a ello, la edición se llevó a cabo y por primera vez en la historia, una tenista venezolana conquista el doble campeonato.
Milagros Sequera ganó el título individual y el de dobles en 1998, venciendo en la final a la francesa Aurelie Vedy en la de dobles, junto a la estadounidense Ansley Cargill, superó a la francesa Kildine Chevalier y la estadounidense Erin Boisclair, en una temporada en la que vistió los colores de la vinotinto en la antigua Fed Cup, superando el Grupo 1 americano hasta protagonizar el repechaje del Grupo Mundial ante la selección de Bielorrusia y también cerró el año como una de las diez mejores juveniles del mundo, encaminada hacia una carrera profesional que hoy en día la posicionan entre las principales figuras del tenis venezolano. Además, ese mismo año del lado masculino, José Antonio de Armas avanzó hasta las semifinales individuales y fue campeón de dobles junto al venezolano Ezequiel Nastari, en una temporada en la que cerró como número uno del mundo en dobles.
No obstante, para De Armas, su tercera participación en el torneo fue la mejor. José Antonio de Armas emuló a Sequera del lado masculino al conquistar el doble campeonato, venciendo en ambas finales al británico Simon Dickson y repitiendo en la modalidad de dobles con Ezequiel Nastari, en una temporada que finalizó dentro del Top 5 a nivel mundial. De hecho, la checa Daja Bedanova también se quedó con el doble campeonato del lado femenino, cerrando así este capítulo en la historia del campeonato.
Un evento de gran categoría: 2000-2015
Con la llegada del nuevo milenio, el Campeonato Internacional Juvenil de Venezuela se mantuvo como una de las competencias emblemáticas de la región, siendo parte de una notable gira latinoamericana, siendo la conexión desde la Copa del Café en Costa Rica al inicio de las paradas en Sudamérica.
Sin duda, la sede del Altamira Tennis Club demostró ser el punto de mayor auge para el torneo y un principal auspiciante le brindó un especial crecimiento, sobre todo a nivel mediático.
Durante estos quince años fueron protagonistas del torneo nombres como Alejandro Falla, Gisela Dulko, Lucie Safarova, Marín Cilic, Dominika Cibulkova, Yanina Wickmayer, David Goffin, Timea Babos, Paula Ormaechea, Dominic Thiem, Taro Daniel, Marie Bouzkova, Hugo Dellien, Laura Pigossi, Ugo Humbert y Casper Ruud, además de los venezolanos Oscar Posada, Jhonnatan Medina-Álvarez, Rafael Abreu, David Navarrete, Piero Luisi, Román Recarte, Mariana Muci-Torres, Roberto Maytin, Miguel Cicenia, Marina Giral-Lores, Jesús Bandres, David Souto, Adriana Pérez, Andrea Gamiz, Ricardo Rodríguez, Carmen Blanco, Luicelena Pérez, Jhonatan González, Rafael Antonio Coutinho, Franz Sydow, entre otros.
Oscar Posada fue uno de los protagonistas locales en el año 2000 y 2001, siendo semifinalista el primer año y subcampeón el segundo, además de conquistar junto a Rafael Abreu el título de dobles en 2001, venciendo en la final a los argentinos Brian Dabul y Lionel Noviski. Mientras que en el año 2004, cuatro venezolanos alcanzaron los cuartos de final del torneo, con David Navarrete, Piero Luisi, Román Recarte y Mariana Muci-Torres como protagonistas, con el primero alcanzando la ronda de semifinales, en una edición en la que compitió el campeón del Abierto de los Estados Unidos 2014 y finalista de Wimbledon 2017 y del Abierto de Australia 2018, Marín Cilic.
Con una reconocida marca de bebidas hidratantes como principal auspiciante del torneo, el mismo cambió su nombre a Copa Gatorade en el año 2005, en una edición especial en donde la final fue protagonizada por dos venezolanos, con Piero Luisi como campeón y David Navarrete como finalista, en un año en el que juntos conquistaron el título de dobles, una modalidad en la que quedó la copa en casa por tres años consecutivos con la victoria de Miguel Cicenia en 2006 (junto al peruano Sergio Rojas) y en 2007 con Roberto Maytin (jugando en compañía del colombiano Alejandro González).
En 2009, la copa volvió a quedarse en casa con David Souto como protagonista. Llegó a Altamira como campeón de la Copa del Café y se fue como campeón de la Copa Gatorade, en una destacada racha que alcanzó las catorce victorias, incluyendo triunfos sobre el argentino Diego Schwartzman y el estadounidense Denis Kudla. Un año después, Adriana Pérez estuvo cerca de protagonizar la final al meterse hasta la ronda de las cuatro mejores del torneo, en una edición en la que Ricardo Rodríguez venció a Dominic Thiem en la segunda ronda.
En 2012, el venezolano Jhonatan González fue semifinalista del torneo, perdiendo con el chileno Cristian Garín, en una edición que vio a la ecuatoriana Doménica González y la brasileña Laura Pigossi conquistaron el título de dobles. Para 2013, con Andrey Rublev, Frances Tiafoe y Marie Bouzkova entre los participantes, los venezolanos Rafael Antonio Coutinho y Carmen Blanco alcanzaron los cuartos de final en sus respectivos cuadros.
Con el paso de los años, el torneo también contó con transmisión por televisión de las instancias decisivas.
El cierre de esta etapa tuvo como protagonista a una de las últimas grandes figuras del tenis en la actualidad. En 2015, Casper Ruud, finalista de Roland Garros, el Abierto de los Estados Unidos y las Finales ATP en 2022, conquistó el título del torneo al vencer en la final al israelí Yshai Oliel, en un cuadro en el que venció al venezolano Miguel Esté en la segunda ronda.
El último año: 2016
El comienzo del fin no estaba pautado, aunque en el entorno del tenis nacional se vivían tiempos complicados, pero no los más difíciles. Pocos se imaginaban lo que venía para uno de los torneos juveniles más importantes del mundo, el punto final.
Dejando atrás su compromiso con el principal auspiciante y el club, el torneo se disputó en las instalaciones del Centro Nacional de Tenis en Santa Rosa de Lima. Todos los campeones fueron europeos, mientras que entre los participantes figuraron el belga Zizou Bergs, subcampeón individual, y la colombiana Emiliana Arango, hoy en día competidores en el circuito profesional.
El tenista local con resultado más destacado en el torneo fue Miguel Esté, alcanzando los cuartos de final, lo que permitió escalar hasta el mejor ranking de su etapa juvenil, en el puesto 140. Fue el único venezolano en sumar dos triunfos en un mismo cuadro en el torneo.
Más tarde en el año, con la sorpresiva decisión de suspender a Venezuela como sede de Copa Davis llegó la debacle. El torneo juvenil que estaba apuntado para enero de 2017 sufrió numerosos retiros en la previa y finalmente fue cancelado, como parte de las sanciones al país que evitó albergar competencias internacionales de tenis durante más de siete años. Fue la Copa Davis en 2023 el primer evento que se ha disputado tras revocarse esa suspensión, pero no así los torneos juveniles.
Altamira, la más icónica sede del torneo
Uno de los puntos más destacados y atractivos de toda la historia del torneo sin duda fue una de sus sedes. El Altamira Tennis Club por su fácil acceso, organización, receptividad y atención le permitió ganarse dentro del tenis venezolano un puesto entre los más emblemáticos escenarios de este deporte.
Pese a ser privado, el club abrió sus puertas al público en general, además logró gestionar históricamente una excelente logística a nivel de prensa, organización y manejo de público, manteniéndose a gradas llenas para los partidos finales, inclusive permitió la instalación del equipo tecnológico necesario para la transmisión del torneo en televisión, con impresionantes tomas que permitían hasta capturar el emblemático Cerro El Ávila. Esa cercanía con el público además permitió que personas no muy familiarizadas con el deporte aprendieran del mismo.
Además existió un sistema de hospedaje en el que se compartía la casa de los socios del club con algunos de los tenistas, lo que además permitía dar un trato familiar a los jóvenes protagonistas. Esas facilidades hicieron de Altamira una sede cálida y más humana, además de largas jornadas soleadas que atraían a tenistas del norte que huían de la época de invierno.
Conclusiones finales
Esta fue la historia de un gran torneo que tuvo una tradición importante dentro del calendario mundial del circuito juvenil, uno que recibió con los brazos abiertos a tenistas de todas partes del mundo en diferentes sedes, siendo Altamira la de mayor relevancia. Cualquiera que fuera el nombre del torneo, fue parada obligada de una sólida gira de torneos importantes en Latinoamérica, permitiendo inclusive ser una opción mucho más rentable para viajar comparable con la gira del Abierto de Australia, lo que sin duda fue clave para contar con importantes exponentes del deporte.
Hoy en día, el Campeonato Internacional Juvenil de Venezuela es uno de los espacios extintos en la historia del tenis venezolano, en un país que añora volver a contar con competencias internacional de este deporte, sobre todo a nivel juvenil, permitiendo así ese fogueo tan necesario para los atletas que buscan un objetivo dentro de la clasificación mundial del tenis, ya sea para proyección a nivel universitario o en aspiración de competir a nivel profesional.
Agradecimientos especiales en esta nota:
Andrea Herrera – Mario Martínez
Bien por el artículo. Pero hay que corregir ciertos puntos .Hay que ir al Centro Ítalo Venezolano de Caracas porque allí fue donde se jugó desde el inicio hasta mediado de los 90. Luego se jugó en la FVT y posteriormente en Altamira. En Altamira también hay que buscar sobre el Mundialiato (que era categoría de 10 años y categoría de 12 años)
Volviendo al Ítalo y al Torneo Internacional Juvenil, en mi mente no tengo a Sukova. Sobre los hombres si mi memoria no me falla ganaron en orden cronológico: McEnroe, Lendl, Claudio Panatta, Dieter beutel, Michael Wespstahl, Karl Uwe Steeb, Horst Skoff. La primera vez que jugaron las mujeres fue el 85, cuando ganó Tarabini
Si, de hecho solo hago mención de la sede de Altamira que fue la más reciente y de la última que fue el Centro Nacional de Tenis en Santa Rosa de Lima, además que hay algunos puntos por aclarar en la investigación para ser publicados en una próxima edición, además de más material fotográfico y periodístico de sus inicios hasta el año 2000. Es interesante esta búsqueda porque hay que cubrir muchos espacios históricos sobre todo en la previa de la Era Digital, porque la información en este sentido hay que encontrarla directamente en la fuente donde se disputó el torneo. Muchas gracias por su comentario