Andrea Noguera: Entre los estudios y el deporte, la vida de una juvenil tenista venezolana
Andrea Noguera es en la actualidad una de las tres mejores tenistas del país en la clasificación mundial juvenil de la Federación Internacional de Tenis. Recientemente hizo su participación en el torneo de la serie Roland Garros juvenil, representando a Venezuela en este campeonato que contó con la presencia de 32 raquetas de todo el continente sudamericano y por supuesto el embajador del torneo, Juan Martín del Potro. Su vida transcurre entre los estudios y el deporte, haciendo una conexión especial con el tenis, al que le ha dedicado 12 de sus 16 años.
Del ballet al tenis
A los 4 años fue la llegada de Andrea al deporte de la raqueta. Hizo ballet y flamenco pero no se consideraba buena en ello, de hecho padecía mucho por sus pies. “Antes de hacer tenis practicaba ballet y flamenco pero había un problema y es que sufría mucho de las uñas encarnadas. Mi papá, un día cansado de estar llevándome al quiropedista, me dijo que me vistiera con ropa deportiva, me montó en el carro y me llevó a lo que sería mi primera clase de tenis”.
La conexión entre Noguera y el tenis fue inmediata. “Quedé enamorada porque fui sorprendentemente buena. Y desde entonces nunca lo dejé. Ya son 12 años jugando tenis”, aseguró.
Dejó el ballet y el flamenco tan pronto como hizo clic con el tenis. Su papá ha sido su entrenador fijo desde pequeña, siendo consejero importante de su carrera, pero también ha tenido como entrenadores a Carlos Fermín, Hugo Vega y Ángel Pérez, durante su primera etapa de vida en Venezuela.
Un nuevo reto fuera de su país
Tras unos años, sus padres tomaron la decisión de mudarse fuera del país, no sin antes estar prevenidos de apoyar a Andrea en el deporte y estudios, así como en la vida misma. “Mi papá, desde Venezuela, obtuvo un trabajo como ingeniero, encontró una academia de tenis para mí y a la vez alquiló una casa, así que ya teníamos todo resuelto al irnos a Paraguay y para mí no fue nada difícil adaptarse”, afirmó.
Extrañando a sus familiares, Andrea comenzó una nueva etapa en Paraguay, donde reinició sus entrenamientos con Romina Fonda, quien tuvo la amabilidad de otorgarle una beca en su academia, un apoyo importante en lo deportivo. “Estuve con ella unos cuantos meses hasta que me mudé de ciudad y empecé a entrenar con Jefferson Aquino por casi cuatro años”.
En Paraguay logró posicionarse dentro de las primeras tenistas del país de sus categorías, disputando torneos nacionales e internacionales. Por un lado sumó en lo deportivo y por el otro vivió algunas dificultades en lo académico, “lo único difícil para mí fue el colegio y es porque mis compañeros fueron realmente muy crueles conmigo haciéndome bullying y apartándome del grupo hasta que me fuí de esa escuela”.
Experiencia albiceleste
De Paraguay se mudó con sus padres a Argentina, donde siguió sus entrenamientos y tomó una acertada decisión para seguir sus estudios. “Mi familia y yo tomamos la decisión de que yo estudiara a distancia porque me había mudado para Argentina y mi entrenamiento iba a ser de mañana y de tarde, así que no había tiempo para una escuela presencial”.
Es así como comenzó sus estudios a distancia en el Colegio Nueva Generación en Colombia, donde cuentan con un programa para deportistas en el que ofrecen flexibilidad de horarios y apoyo a sus estudiantes. “A mí la verdad me ha encantado este colegio, tiene buen nivel académico y además da mucho apoyo a todos sus estudiantes, realmente no podría estar en un colegio mejor”, afirmó.
“Siempre trato de estar al día con los temas y el aprendizaje pues considero que la escuela es aún más importante que mi tenis. No mucho más, pero sí sé que es mi prioridad número 1”, agregó.
Su último entrenador en Argentina fue Mathias Silvano y luego llegó un nuevo cambio para su vida.
De regreso a su tierra
De Paraguay a Argentina y de Argentina de regreso a Venezuela. Andrea Noguera vivió diferentes experiencias en los países en los que estuvo, pero volver al país le trajo mayor felicidad. “Cuando regresé a Venezuela yo no sabía que me iba a quedar a vivir aquí, se suponía que solo venía para jugar unos cuantos torneos y ya. Pero creo que estando aquí he sido más feliz de lo que recuerdo haber sido nunca”, comentó.
Ya en Venezuela encontró nuevamente un lugar para continuar sus entrenamientos mientras sigue sus estudios a distancia en Colombia.
Participación en el torneo de la serie Roland Garros en Brasil
Andrea Noguera disfrutó de la experiencia de jugar por un boleto al Roland Garros juvenil en Brasil, donde fue la única venezolana en competir y se clasificó hasta los cuartos de final del torneo. “Fue una experiencia increíble, la verdad no me la pude haber pasado mejor, estoy muy orgullosa por cómo jugué”.
Más allá de haber presentado algunos problemas de salud en las semanas previas a esa participación, la joven venezolana pudo recuperarse para disputar la competencia. “Aparte de esos contratiempos el torneo en general fue muy divertido, las jugadoras son un amor son chicas increíbles que me alegro de haber conocido, pero creo que lo que más me gustó del torneo, y supongo que a la mayoría también, fue que tuve la oportunidad de conocer a una leyenda Juan Martin del Potro”.
La familia, el pilar fundamental de su vida
Gracias a su familia, en especial a sus padres, Andrea Noguera ha podido escribir sus páginas de vida entre el tenis y los estudios. La joven venezolana recuerda y agradece a su familia los esfuerzos, sacrificios y largos viajes que ha realizado para seguir en actividad en un deporte tan competitivo como lo es el tenis. “Son cosas por las que siempre les estaré agradecida y yo les devuelvo el favor dando lo mejor de mí siempre que puedo”, aseguró.
Para un deportista de competencia en su etapa juvenil es importante la forma en la que puede compaginar el tenis con los estudios y el apoyo familiar es un ingrediente valioso en ese sentido. Actualmente, Andrea Noguera continúa enfocada en seguir creciendo a nivel académico y deportivo, para representar con orgullo a Venezuela dentro y fuera de la cancha.